martes, 13 de octubre de 2015

Teoría del color

Existen colores fríos y calientes

Entre los colores cálidos están el rojo, el naranja o el amarillo, y entre los fríos el azul y el verde. Es cierto que para la decoración o ambientación, estos colores sí que transmiten sensaciones cálidas o frías respectivamente, pero al trasladar los colores a la cocina las percepciones cambian considerablemente, los colores rojo, naranja o amarillo se asocian a elaboraciones frías como gazpachos, frutas, zumos, helados o refrescos, y las tonalidades frías se asocian a elaboraciones de verduras, sobre todo calientes y, en algunos casos, a ensaladas pero combinadas con rojos y amarillos. Se trata, en cualquier caso, de apreciaciones subjetivas, ya que se asocian los colores con elaboraciones que se conocen.    

Ciertos colores advierten de peligros y provocan reacciones de rechazo en el subconsciente.

En la cocina se pueden utilizar los colores para realizar combinaciones atractivas, mezclando colores de distintas gamas para crear contrastes y sobre todo para realzar estados de ánimo, por lo que es recomendable la presencia de colores cálidos y de fuerte contraste en los bufetes. Por ejemplo los puestos de alimentación más atractivos son siempre las fruterías.



El color es una característica intrínseca de cada producto, cada uno de ellos tiene un color o gama de colores que los caracterizan, por lo que se debe buscar que los productos sean fieles a ellos. Por eso, hay que tener cuidado con la utilización de colorantes en las comidas.

Por otro lado, en la naturaleza existen una serie de estímulos en forma de colores que sirven de defensa frente a elementos tóxicos o en mal estado. La combinación de  colores muy llamativos como el rojo, rojo y negro, amarillo y negro suelen ser inequívocas señales de algo tóxico, desagradable o peligroso.

El rechazo de los niños por muchas verduras está basado en el rechazo innato que les provoca el color verde. Siendo este color síntoma de descomposición y de la aparición de mohos, por lo que su instinto les hace que no lo coman. Por eso se deben usar colores cálidos y formas atractivas en la elaboración de platos.

Siempre debe haber un contraste de colores y sabores.


El color es una característica intrínseca de cada producto, cada uno de ellos tiene un color o gama de colores que los caracterizan, por lo que se debe buscar que los productos sean fieles a ellos.


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