jueves, 28 de enero de 2016

Preelaboración y conservación de pescados, crustaceos y moluscos

Para la conservación del pescado hay que realizar una serie de operaciones en función de la utilización posterior, lo primero siempre es la retirada de agallas y tripas, ya que su descomposición es rápida. Luego se puede o no retirar escamas y aletas o incluso fraccionar. Los pescados fraccionados tienen menor tiempo de conservación por tener más superficie en contacto con el medio ambiente. En el caso de conservar fraccionado es mejor acompañarlo de otra técnica, como el vacío o la congelación.

Sin embargo, el método del vacío no es útil para la conservación de moluscos y crustáceos pues es necesario que se mantengan vivos, este método se empleará sólo para productos cocidos.

La palabra marisco (del latín mareis, el mar) designa animal invertebrado marino o de agua dulce, comestible y provisto de esqueleto externo. Y de una forma especial y generalizada a algunas especies comestibles, que son asiduamente consumidas por el ser humano.

Los pescados poseen una serie de características que los definen, poseen carnes relativamente blandas, en general poco resistentes al fuego, de color blanco traslúcido, rosado u oscuro con gran facilidad de alteración por bacterias.

Criterios de clasificación del pescado


Según su tamaño y forma

Según su composición y contenido en grasa

La proporción es muy variable según la especie, en general los pescados magros contienen un 80% de agua y 60% en los grasos. Cuanto más contenido en agua posean peor se conservan y más rápidamente se deterioran al ser cultivo de bacterias.

La clasificación por su contenido en grasa será la siguiente:

Pescados magros

También denominados pescados blancos . Sus carnes son sabrosas, con gran contenido de gelatina y sales minerales, normalmente de color rosado muy pálido. Son pescados cuyo contenido en grasa no sobrepasa el 2%. Viven en aguas profundas y al no realizar grandes desplazamientos no necesitan acumular grasas. Dado su bajo contenido en grasa son más digestibles, suelen por ello ser recomendados parar dietas de enfermos. Algunas especies son: la merluza, el lenguado, el rape, etc.

Pescados semigrasos


Carnes con gran contenido en gelatina y algo más de grasa. Su contenido en grasa se encuentra entre el 2 y el 5%  o 6%. Hay especies en este grupo que, en determinadas épocas de su vida, contienen un porcentaje de grasa equivalente a la de los pescados magros, aumentándoles en otras. Son de fácil digestión. Algunas especies son: Besugo, el salmonete, lubina, el mero, etc.

Pescados grasos

También denominados pescados azules. Carnes menos gelatinosas, de color amarronado y con gran contenido en grasa. Su contenido en grasa está entre el 5 y 10 %, pudiendo superar dicha cantidad. Son pescados de digestión algo más difícil. Algunas especies son: el salmón, el atún, la sardina, el bonito, etc.

Según su hábitat (medio en el que viven)

Pescados de agua dulce

Se llaman de agua dulce los que viven en ríos o en aguas estancadas que reúnen esta cualidad, lagos y pantanos. Las especies de mayor disponibilidad en el mercado son: anguila, trucha, carpa, etc.

Pescados de agua salada

Se llaman de agua salada los que nacen, viven y se desarrollan en océanos y mares. Las especies más comunes en el mercado y los establecimientos hosteleros son: merluza, lenguado, mero, salmonetes, rape, boquerones, sardinas, etc.

Pescados migratorios

Existen algunas especies, como es el caso de la anguila y del salmón, que realizan migraciones regulares del río al mar. En el caso de la anguila la mayor parte de su vida la pasa en el río realizando las migraciones al mar, mientras el caso del salmón es al contrario.

Según su presentación en el Mercado

Según en la forma que se puedan adquirir en el mercado, se encuentra otro tipo de clasificación Vivo o fresco.

Un pescado es considerado fresco cuando, tras su captura, no ha sido sometido a ningún proceso de conservación, únicamente con hielo troceado o salmuera de agua de mar. Conservado en cámaras a una temperatura entre 1 y 2 grados C.

Existen otros sistemas para mantener el pescado fresco, aunque es utilizado casi en exclusividad para la sardina, consiste en añadir una fina capa de sal gruesa, garantizando la frescura por un periodo de tiempo corto.


Qué son propiedades organolépticas

Son el conjunto de descripciones de las características físicas que tiene un producto o alimento, según las pueden percibir los sentidos, como por ejemplo su sabor, textura, olor, color. Etc

Conserva de pescado

Por conserva, salazón, ahumado, marinado, congelados, desecado.

Conserva: La finalidad de una conserva es prolongar las cualidades organolépticas de un producto más tiempo.

Salazón: Consiste en la extracción del agua de los pescados mediante la acción de la sal a través de la ósmosis, que penetra en los tejidos de los pescados e impide el desarrollo de bacterias o microorganismos.

Ahumado: Consiste en someter el alimento a la acción de productos combustibles con plantas aromáticas. Se realiza tras un previo salado de los alimentos, sometiéndoles al humo de serrín que arde sin llama. Se usa madera como el roble, fresno y lomo (maderas duras). Las maderas blandas resinosas son inadecuadas por el  contenido de materias volátiles de sabor desagradable.

Marinado: Se parte del género sin cocinar, introduciéndolo normalmente en un líquido condimentado con el fin de ablandar, aromatizar o conservarlo.
Hay tres tipos de marinados:

Cocido: Los elementos del marinado se cocinan y se vierten una vez fríos sobre el género a marinar.

Crudo. Se mezclan todos los ingredientes en crudo, introduciendo el pescado en esta mezcla.

Instantáneo. Se hace al momento de servir, compuesto normalmente por limón, aceite, sal, etc.

Congelados: La importancia del tamaño de los cristales radica en la descongelación, cuanto más grandes mayor la rotura de fibras y la consecuente pérdidad de agua en el descongelado.

Desecación: pescados sometidos a la acción del aire o el sol, para reducir su contenido en agua. No deberá sobrepasar el 15%

Estacionalidad

Se refiere a la mejor época para el consumo de pescados, crustáceos y moluscos. El consumo de crustáceos y moluscos está recomendado en los meses que van desde el final del verano y principios de éste, y de septiembre a abril. Durante esta época su ciclo biológico es el mejor, mientras que a partir de mayo hasta agosto, la mayor parte de estas especies están reproduciéndose, por tanto su  carne es menos firme, en consecuencia hay una importante pérdida en el peso y sabor.

Factores organolépticos de calidad y estado de conservación


Los pescados cuando son extraidos del agua son prácticamente estériles, pero una vez fuera comienzan a desarrollarse unas serie de procesos transformadores, producidos por gérmenes, enzimas, y bacterias propios de las vísceras que terminan afectando a la carne. Estos procesos bioquímicos, que se desarrollan con gran rapidez, provocan una multiplicación micriobiana, una progresiva decoloración, ablandamiento y olor amoniacal a consecuencia de la fermentación pútrida. S se ingiere en este estado puede causar intoxicación, con graves trastornos intestinales incluso la muerte.

Clasificación y características del grado de frescor del pescado
Existen tres categorías: Extra, A, B de pescados y mariscos.
El grado de frescor de un pescado variará en función de varios factores:

·         El tiempo transcurrido desde su captura
·         La coyuntura de la misma
·         La conservación y la manipulación hasta la llegada al cliente final.

Las partes del pescado donde se reconocerá su grado de frescor son:


  • La piel
  • Las escamas
  • Los ojos
  • Las agallas
  • Vientre
  • Espina central
  • Vísceras y la carne a todos estos se une su olor.

La piel y las escamas

EXTRA: Debe ser resbaladiza, suave, presentando un aspecto brillante con escamas abundantes y bien adheridas a la piel.
B: Será pegajosa, con poco o ningún brillo, escasez de escamas que se desprenden sin esfuerzo.

Los ojos

EX. Darán sensación de humedad, serán esféricos, salientes, transparentes y de cornea limpia.
B. No mantendrán la forma esférica, estarán hundidos en sus cuencas, de color opaco y muy seco.

Las agallas

EX. Presentarán color rojo vivo o rosa, húmedas y con láminas separadas y aspecto limpio.
B. Serán pegajosas, de aspecto sucio, con color de sangre seca y sin brillo.

El vientre

Ex. Mostrará una forma normal, sin hundimientos ni inflamaciones anormales o roturas.
B. Estará magullado, hundido o roto, pegajoso, con colores verdosos o muy oscuros.

La espina central

Ex. Será transparente, de color similar a la carne, adherida a la carne, siendo difícil de retirar.
B. Se desprende con facilidad de la carne, su corte no desprende sangre, presenta un color amarronado.

Las vísceras y la cavidad abdominal

EX. Intestinos definidos, limpios y sin magullar, la cavidad intestinal estará brillante y limpia, las vísceras se deben retirar con facilidad.
B. Telilla rota, no brillante, ni suave, las vísceras estarán magulladas o rotas.

La carne
Ex. Firme y tensa, con color brillante y agradable.
B. Algo decolorada y menos dura.




Especies más apreciadas

Pescados magros

Los más característicos presentados en el mercado actual son:

·         Lenguado: De forma ovalada, con los ojos en el mismo lado. La parte superior es de color pardo y por el otro lado blanco. De carne dura. Se presenta en el mercado entero, su peso normal oscila entre los 200 gramos a 400 gramos, aunque se pueden encontrar de mayor tamaño, generalmente congelados.


·   Merluza: Su cuerpo es delgado y alargado, de boca ancha, fuertes dientes, mandíbula inferior algo saliente y sin barbitas. De longitud máxima de un metro y unos diez kilos de peso aproximadamente. El peso normal oscila entre los 3 a 4 kg, pudiendo alcanzar los 10kg.


·  Rape: También conocido como sapo o pixin. Cuerpo aplanado en la zona delantera, comprimido por los laterales de la parte posterior. La cabeza es grande, la mandíbula inferior, sobresaliente. Los ojos, pequeños, se encuentran en la zona superior de la cabeza. Piel blanda, pardusca, verrugosa y son escamas con bastantes babas.



Mide entre 40 a 60 cm, pudiendo alcanzar el metro y medio, su peso máximo es entre 30 y 40 kg. Su carne es blanca, firme, cartilaginosa, sabrosa, dura y carece de espinas por lo que se puede cocinar de varias maneras, a la brasa, al horno, sopas, arroces, etc. Se pesca durante todo el año, su peso ideal es tres kilos.

·         Mero

De piel pardusca entre los ocre y los marrones, aspecto muy fiero y su tamaño puede alcanzar hasta el metro de longitud puede llegar a pesar de 2 a 50 kg. Los pequeños corresponden al Cantábrico y los grandes al Mediterráneo.

Son muy características las espinas que preceden a la aleta dorsal, suelen ser 11 y muy puntiagudas. Su piel es muy dura y con escamas fuertes.

No debe ser confundido con la Cherna, de menor calidad. La carne del mero es consistente por lo que se suele cocinar a la parrilla o a la plancha, su cabeza es muy sabrosa para utilizarla en los fumets.


·         Bacalao

Cuerpo alargado, coloración variada por lo general verdosa, parda o rojiza, con manchitas. Puede llegar a alcanzar hasta un metro y medio de talla, siendo su medida más común la que oscila entre 40 y 100 cm. Habita en aguas frías del Atlántico norte en 4 y 8 grados C. se alimenta de animales gusanos, cangrejos, animales blandos.

En la cocina tienen gran importancia tanto el bacalao fresco como el bacalao salado existiendo gran variedad de recetas para su elaboración.

El bacalao salado ideal debe de tener, un tamaño 2 y 2 kg y medio. El lomo será oscuro y por envés será blanco y delgado sin apariencia rojiza ni amarillenta si están bien curados. Debe ser flexible y no rígido, además de traslúcido.


·         Rodaballo

Su cuerpo tiene forma de disco grueso y redondeado, sin escamas pero cubiertas con protuberancias óseas. Su color es variable según el fondo marino en que vive, pero presenta un color gris más o menos fuerte.

Habita en el Atlántico, Mediterráneo, Báltico y Mar Negro. Se alimenta de cangrejos, moluscos y pequeños peces. Puede alcanzar un metro de longitud y hasta 25 kg de peso, aunque lo normal es unos 25 cm de longitud y unos 2 kg de peso. Su carne es fuerte, fina, y contundente, lo que permite muchas aplicaciones en la cocina, desde a la plancha a los guisos.

Pescados semigrasos

Se pueden citar los siguientes

Besugo, Breca o pagel, salmonete, lubina, dorada, Gallineta, Japuta, Pargo.

Pescados grasos

Anguila: Su alto contenido en grasa la convierte en un producto versátil en la cocina. Se prepara casi exclusivamente rehogadas con mezcla de ajo, guindilla y aceite.

Atún: De carnes muy grasas, destinadas mayoritariamente a conservas, seco en salazón, y sus huevas prensadas, en salazón y secadas al aire, tienen un gran valor comercial.

Boquerón: De sabor muy intenso

Bonito, Caballa, Cazón, Jurel, lamprea, lucio, palometa, pez espada, raya, salmón, sardinas, trucha.

Distintos cortes en función a su cocinado

Una  vez que los pescados han sido limpiados, desescamados y eviscerados se puede proceder al corte. Éste será efectuado según el tipo de pescado, su tamaño, el tipo de establecimiento y servicio del mismo según sea el menú, carta, banquete o buffets.
El peso del corte, al igual la cantidad servida por ración, irá en función al establecimiento y servicio.

Tipos de cortes más empleados en la preelaboración de pescados.

A continuación se detallan aquellos cortes más usados en función de cómo sean cocinados.

Rodaja: Se obtiene de los pescados de cuerpo cilíndrico. Es un corte vertical que lleva piel y espinas. Generalmente se obtiene de todo el pescado a excepción de la cola, que se suele dejar. Se presentará al cliente un peso máximo de 300 gr.


Trancha: Corte similar a la rodaja, la diferencia está en el pescado al que se le practica el corte, en este caso plano. El corte es vertical, con piel y con la espina central. El peso a servir va entre 200 y 250 gr.

Medallón: Corte similar a la rodaja, diferenciándose de ésta por la ausencia de piel y espinas. Se obtiene de los lomos de algunos pescados, como el rape y se suelen servir dos o tres unidades por ración.

Suprema: Este corte se obtiene después de haber sacado los lomos de un pescado, puede ser con piel o sin ella, pero siempre sin espinas. Se cortan porciones de 150 gr a 200 gr, con el cuchillo ligeramente inclinado para que el corte salga sesgado.


Darné: Se obtiene de los filetes deshuesados de dichos pescados y de su parte central, es decir, supremas del centro del lomo de pescado.


Propietas: Se donomina así a los filetes de pescados planos como el lenguado enrollados y rellenos con una farsa. Normalmente se sirven de dos a tres unidades por persona.


Filetes: Porción de pescado, con piel o sin ella, desespinado y de forma alargada. Se extraen las piezas o pescados planos y se sirven dos o tres por ración cuyo peso oscila entre los 50 y 75 gr cada uno.


Goujons: Tiras de pescados, como el lenguado, mero o rape, de 4 a 6 cm de longitud. Se obtienen de los filetes sin piel ni espinas. Generalmente se empanan a la inglesa y se fríen. Suelen acompañarse por diferentes salsas como puede ser la mahonesa, ali-oli o tártara.


Pescado de ración

Se denomina de esta manera a los pescados que por su tamaño se sirven enteros, una unidad por persona. Eviscerado, desbarbados y despellejados o escamados previamente, según el tipo o clase, tales como el lenguado, la trucha, etc. Se puede presentar con o sin cabeza y su peso aproximado será de 250 a 300 gr.

Grandes piezas: Como su nombre indica, serán pescados enteros o trozos de los mismos de gran tamaño, que se cocinan generalmente para buffet o para su posterior trinchado una vez confeccionado. Se presentan con piel y espinas.



Brochetas: Trozos de pescado deshuesados y cortados de forma regular, ensartados en un pincho. Es muy frecuente que se combinen con trozos de cebolla, pimiento, tomate, etc.




Rouladas: Filetes de pescado enrollados, cogidos con palillos para que no se deformen durante la cocción. Se pueden combinar varios pescados variando con ello el colorido, por ej. El lenguado y el salmón.


Crustáceos: Definiciones

Crustáceo proviene de la raíz latina crusta cuyo significado es caparazón o costra, por tanto atendiendo a su origen, se puede definir custáceo como atrópodo marino de esqueleto externo duro, con respiración branquial, provisto de patas, antenas y pinzas, en algunos casos, capaz de  desplazarse.

El exoesqueleto lo mudan de manera periódica según va creciendo el animal, encontrándose a menudo los restos del viejo en las playas.

A elegir un crustáceo, debe buscarse un ejemplar que sea pesado en consonancia a su tamaño, con las patas y las pinzas, si las tuviese.

Distintas clases
Los crustáceos se podrán clasifica atendiendo a su zoología, nombre común, tamaños y formas, o procedencia.


La clasificación que se muestra a continuación ha sido realizada atendiendo a su zoología (especies):




Cirrípidos: Son aquellos crustáceos que están desprovistos de patas. Suelen estar adheridos a las rocas por su estructura calcárea que hace que el movimiento del mar no lo deje a la deriva. Es el caso del percebe.


Decápodos

Se trata de custáceos que tienen patas para poder desplazarse. Presentan un cefalotórax, unido generalmente al abdomen, diez patas locomotoras y un caparazón calcificado.

Este tipo de crustáceos a su vez pueden ser:

  • Decápodos macruros: Son de forma alargada, con cefalotórax o materia sabrosa y abdomen visible que constituye la “carne” propiamente dicha. A su vez, se distinguen entre:

o   Andadores: tienen la cabeza y abdomen ancho tipo langosta, etc.
o   Nadadores: tienen la cabeza y abdomen estrecho, como las gambas.
  • ·        Decápodos branquiuros: Su cefalotórax es más ancho que largo, y aplastados. Tienen cinco pares de patas, de los cuales el primero tiene forma de pinzas. Un ejemplo de este tipo de crustáceo es el cangrejo.
Factores organolépticos indicativos de su calidad y estado de conservación
La calidad igual que los pescados se clasifica en tres categorías extra, A y B. dicha calidad vendrá indicada principalmente por:

·         La especie: La preferencia por ciertas especies está basada, entre otras razones, en el sabor, presentación y adecuación a mayor número de platos, escasez o abundancia en el mercado y costumbres alimentarias.
·         Grado de frescor: Es el aspecto principal que hay que tener en  cuenta por tratarse de un género de fácil descomposición, capaz de producir las más graves intoxicaciones.
·         Tamaño: En gran número de especies es más apreciado el de mayor tamaño. En algunos casos, es preferido un determinado tamaño medio o pequeño, en razón de mejor fraccionamiento o por ser indicativo de procedencia.
·         Procedencia: Indica el hábitat donde ha crecido el marisco en cuestión, influyendo en su sabor, dureza de sus carnes, etc., dada su alimentación, temperatura de las aguas, grado de salinidad, etc.
·         Estacionalidad: Ciertos meses del año no son aptos para el consumo de algunas especies de mariscos por estar en época de veda, que suele coincidir con la época de reproducción. En este tiempo su ingestión puede ser incluso tóxica en algunas especies y sus cualidades gastronómicas se ven reducidas en gran medida. Por otra parte, al haber escasez su precio se eleva, y además las altas temperaturas del verano perjudican su óptima conservación.

En los mariscos se puede diferenciar las características organolépticas o sensoriales para poder distinguir el grado de frescura de estos productos tan singulares. Por medio del olfato, la vista el gusto y el tacto, se podrá aprecial el estado físico y las principales peculiaridades, tanto para el reconocimiento del tipo de producto, como para la apreciación de su grado de frescor. De este modo, algunas de las características que se pueden apreciar son:

  • Presentan un color rojo anaranjado, rojo o rosa en función de la especie. Las manchas o zonas más pálidas de lo habitual o coloraciones oscuras indicaran una menor calidad.
  • Los ojos deben estar adheridos a la cabeza con color brillante.
  • Evitar aquellas piezas que, al agitarlas, se mueva su contenido ya que posiblemente estén llenas de agua y en unas condiciones poco aceptables.
  • No deben tener patas o pinzas rotas, debido a la pérdida de jugos que esto provoca cuando todavía está vivo y, a que durante la cocción permite la entrada de agua con el consiguiente deterioro de su sabor.
  • Los ojos y antenas deben estar brillantes y tersos y el color de su caparazón uniforme y natural según la especie, evitando aquellos que comiencen a ennegrecer alrededor de la cabeza y ésta se les desprenda con facilidad.
  • Los crustáceos como el centollo, el buey de mar, la langosta y el bogavante deben adquirirse vivos.
  • El olor debe ser fresco, rechazando las piezas que comiencen a desprender aromas desagradables o amoniacales.
Hay que tener en cuenta que las piezas que se consideran de mejor calidad vendrán determinadas por el peso específico en relación con el volumen que tienen.

Rumbado Martín, Emilio J.. Preelaboración y conservación de pescados, crustáceos y moluscos (UF0064). España: IC Editorial, 2011. ProQuest ebrary. Web. 4 November 2015.

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