viernes, 30 de octubre de 2015

Evolución de la Cocina hasta nuestros días

Evolución de la cocina

A manera de introducción El presente trabajo es con base a una investigación hecha de acuerdo con Rumbado Martín (2011). Su libro es muy acertado para este propósito puesto que habla sobre toda la evolución histórica de la cocina pasando por evolución de los movimientos gastronómicos y terminando en la Novelle Cuisine. El libro en cuestión es Cocina Creativa de Autor. Creo que coincido con Rumado Martín (2011) que menciona que es fundamental conocer las bases de la cocina y dominarlas muy bien para aspirar a manejar otros conceptos como Novelle Cuisine, y cuando me refiero a otros quiero decir que lo uno jamás invalida lo otro, en otras palabras lo clásico jamás invalida lo contemporáneo. Apoyando esta idea está el claro ejemplo del gran ícono hoy de la cocina molecular Ferrán Adriá en el documental Historia del Bulli Capítulo 2 se puede ver claramente como Adriá para llegar a la tendencia Cocina Creativa y Novelle Cuisine tuve que leer mucho y dominar hasta lo sumo la cocina clásica de autores clásicos y libros clásicos. Si y solo si cuando Adriá dominaba este concepto migró de alguna manera a la creatividad y a la fusión. Por último me gustaría mencionar para apoyar esta idea la película Un Viaje a 10 Metros, en esta película el personaje principal Hassan Kadam es un cocinero consumado per empírico de alguna manera y para poder alcanzar la tercera estrella Michelin tuvo que dominar el concepto clásico de la cocina francesa dominando las salsas madre existentes desde hace 200 siglos. Es pues menester echar un vistazo siempre al pasado y “echar” una mano de los recursos que la historia nos tiene que decir para conocer por causa y no solo por técnica lo que nuestros antepasados hicieron creando como resultado bases difíciles de olvidar.


Prehistoria
Durante este periodo, comprendido entre los albores de la civilización y el año 5000 a.C., tiempo que no fue fructífero al menos no hay mucho documentado manifestando pocos acontecimientos de interés culinario, aunque algunos son de remarcada importancia, como el descubrimiento y el dominio del fuego.
Algunos hechos interesantes: las primeras evoluciones de nuestros antepasados estuvieron determinadas por la búsqueda de alimento para poder subsistir, lo que propició la creación de instrumentos para ser utilizados por las manos, el uso de herramientas y la comunicación entre sujetos del mismo grupo hicieron que apareciera un homínido cazador-recolector.

Los primeros alimentos de nuestros padres base de la nutrición humana fueron frutos y plantas, raíces, tallos y hojas. Progresivamente comenzó la caza de pequeños animales, peces, conseguidos con arte de pesca muy diferentes a los actuales.
Poco a poco el hombre se preocupó de fabricar herramientas para cazar grandes piezas, creando trampas donde acorralar a los animales, el tiempo y la experiencia perfeccionaron las armas de caza, afilando puntas y hachas mayores.
Antes del dominio del fuego, los alimentos se consumían crudos o secados al sol, con lo que se conseguían conservar numerosos víveres, como carnes y pescados, aunque para estos se empleaba además la salazón, y frutas, como los higos.

Si tuviéramos que destacar un hito histórico en la gastronomía en este punto que estamos discutiendo, sería el dominio del fuego para transformar alimentos. Cuando se dominó la técnica de hacer fuego, se empezaron a realizar las primeras técnicas de cocción, que no eran otras que el asado, más bien carbonizado, de los alimentos.
El descubrimiento del fuego propició el cocinado de los alimentos y, por tanto, una mejor digestión, evitando algunas enfermedades y permitiendo apreciar más su sabor. Los métodos de cocción empleados eran básicos:
El asado para las carnes y los pescados
El hervido para las plantas y cereales.

Edad Antigua

La Edad Antigua comienza a partir de la formación de organizaciones sociales complejas, es decir, pequeñas ciudades, abarcando el periodo que va del año 5000 a. C al siglo V d. C.
La escritura es un elemento destacado de este periodo, aunque el términos de gastronomía son muy pocos los manuscritos que han llegado hasta nuestros días.

Los egipcios

La actividad de este pueblo estaba centrada en la agricultura y la ganadería. Los cultivos más extendidos fueron los cereales (trigo, mijo, avena, centeno, cebada), aunque también los cultivos de fruta como la higuera y la palmera. Los egipcios fueron los primeros comedores de pan.
Aun siendo expertos en la cría y domesticación del ganado, no era así en el cocinado de las carnes ya que se consumían crudas, cocidas o en salazón.
En las orillas del Nilo no solo se encontraban plantaciones de cereales, sino que podía cazarse una variedad importante de aves.
La pesca era menos importante para este pueblo, proviniendo los peces que se consumían del río Nilo y del cercano Mediterraneo.

La alimentación era  bien distinta en función de las clases sociales:
1.    Las clases privilegiadas comían en forma abundante todo tipo de carnes (bueyes, terneras, cabras, ovejas, ocas y pichones) y pescados, principalmente del río.
2.    El egipcio medio vivía con muy escasas viandas: pan, cerveza, cebollas y algunas legumbres, como lentejas, hortalizas y frutos. También los tallos de papiro y las raíces servían de alimento.

Cocina Griega

Se seguía el ciclo agrícola. Cuando llegaban las primeras lluvias se realizaba la primera siembra, que se terminaba al avecinarse el invierno. Entonces el labrador se veía forzado a un largo periodo de inactividad. La única ocupación era el cuidado del ganado (Vacas, toros, ovejas, cabras y cerdos). El resto del tiempo se recluían en su hogar para dedicarse al ocio y consumir los víveres que tenían almacenados.

Al terminar la primavera se iniciaba la recolección de los cereales, que se llevaba a cabo utilizando hoces y guadañas. Las labores de recolección de cereales concluían al iniciarse el otoño y entonces se abordaba otro periodo de intenso trabajo, en el que se acumulaba la vendimia, la cosecha de aceituna y la recogida de higos. Este tipo de vida hizo de Grecia un pueblo de gente austera y parcas en el yantar. Entre las especias más usadas en la cocina de Grecia se encontraba el laurel, el tomillo, el orégano, la retama, la salvia, el cilantro y la malva.
La bebida habitual era el agua, aunque no desdeñaban el buen uso del vino.

Cocina Romana

La base de subsistencia era la bellota, todo un símbolo en los orígenes de Roma. Las conquistas que trae Roma hace que lleguen infinidad de productos llegados a sus tres puertos de Ostia, Portus y Emporium, a los que arribaban navíos que traían víveres de cualquier lugar como vinos de Grecia, aceites y salmueras de Hispania, cereales de Egipto y Etiopía, chacinería de las Galias, especias de Oriente, etc.

Entre las hortalizas, eran muy apreciadas coles, lechugas, acelgas, ortigas, nabos, zanahorias y rábanos. Los cardos eran una verdura de lujo y tenían especial fama los que traían de la Bética o de Cartago, consumidos principalmente por los ejércitos. Las cebollas eran imprescindibles en la antigua cocina romana, además de pepinos, calabazas y calabacines. También se consumían bulbos de jacinto y gladiolo, que tenían reputación de afrodisíacos. Son muchas las leguminosas que merecían los honores de la mesa romana, pero sin duda las más preciadas eran las lentejas, sobre todo las de Egipto. Las habas, los guisantes y los garbanzos, que eran un manjar muy popular entre las clases humildes, se acostumbraba a venderlos tostados, como piscolabis en espectáculos públicos.
Además tuvo gran trascendencia las aceitunas aliñadas, así como las castañas y las almendras. Se conocían más de 20 variedades de manzanas y se comían crudas o cocinadas asadas o hervidas con vino. También se hacia sidra con ellas. Tenía mucha trascendencia los higos y las uvas. Se cultivaba arboles importados de Asia, como el limón, la naranja y la mandarina, camuesos, perales y ciruelos de origen mediterráneo.

Los cocineros romanos utilizaban gran cantidad de hierbas aromáticas, así como semillas, frutos y raíces, para sazonar sus guisos, siendo las especias más utilizadas la pimienta y la mostaza. Además del importante uso de la sal.

El pan nunca tuvo la altura de la cocina griega, incluso la pastelería.

En cuanto al empleo de carnes, estaba la cabra, el cerdo, la ternera, oveja, buey y conejo, venado, corzo y jabalí. Las más apreciadas eran las del cerdo que llevaba un control policial en el mercado que impedía que estuvieran expuestas al público más de 48h en el invierno y 24 h en verano.
Los romanos no tuvieron gran afición por los pescados. Quizás los más empleados eran el atún de la bahía de Cádiz, los bonitos de Bizancio, el esturión, la dorada, los dentones, la jibia o el calamar. Sin embargo apreciaban mariscos como la langosta y las ostras.
El vino era un artículo de primera necesidad y la privación del mismo suponía una desgracia.
La cocina romana fue tosca e incongruente, y reinaba la ostentación y el lujo extraordinario en su recta final. Considerada como una torpe copia de la cocina griega, que ignoraba la armonía de los sabores, la homogeneidad, la sencillez y la autenticidad de los productos.
Visigodos

Tras la ruptura del imperio romano (profecía de Daniel 2) llegan las invasiones y con ellas la aparición de diferentes cocinas de Europa, unas derivadas de las existentes y otras sustituyéndolas.
Los alimentos consumidos en la España visigótica eran los mismos que en la época romana, constituyendo los cereales una de las bases de la alimentación

Las hortalizas que se cultivaban en sus huertas eran, principalmente, lechugas, achicoria, puerros, acelgas, calabazas, espárragos, alcachofas y espinacas. También se conocían frutas como dátiles, granadas, melocotones, albaricoques, peras, cerezas y limones, y entre los frutos secos se consumían las almendras, las avellanas, las castañas y las nueces. Los visigodos aprendieron de los hortelanos hispano-romanos el cultivo de diversas legumbres, como habas, lentejas, guisantes, garbanzos y altramuces. Con los cereales se elaboraban distintos tipos de pan, unos bastos, de muy baja calidad, que consumían los siervos, cibarius, y otros, tanto con levadura, fermentacius, como sin ella, azymus. Se elaboraban también panes morenos. La pastelería, que se basaba principalmente en una especie de tortas, se elaboraba siempre con miel.

La miel era el único edulcolorante utilizado y conocido en las elaboracones pasteleras en las cocinas visigodas.

El condimento más apreciado era la pimienta traída de la India. Se conocía la canela y el azafrán.
Los visigodos eran grandes bebedores de vino y consumían diferentes tipos. Se puede resumir la gastronomía visigótica como algo rudo, simple y poco elaborado, fundamentado en el asado o cocción de cualquier producto.

Edad Media

Periodo comprendido entre la caída del imperio Romano de Occidente, en el siglo V, y el descubrimiento de América. Muchos cambios sociales suceden en esta época, como la ruralización de Europa y el avance del cristianismo, además de la pérdida de la riqueza gastronómica, de la variedad y facilidad de la alimentación que existía en Roma.

Cocina arábigo-Andaluza

Época de esplendor de Andalucía, donde se establecen un gran número de intelectuales, religiosos y amantes de la buena cocina. Se establece sistemas de alimentación muy complejos basados en profundos conocimientos de agronomía que dieron lugar a cultivos excelentes y a una cocina esmerada y sofisticada.
La cocina arábiga era muy pródiga en condimentos herbáceos, por lo que en todos los huertos existían semilleros de estas plantas: comino, alcaravea, mastuerzo, anís de grano dulce, mostaza, menta, etc. El condimento más importante para la economía musulmana era el azafrán.
Durante la dominación islámica, España era un país consumidor de miel, que se empleaba mayormente en la pastelería.

En cuanto a ganadería se centraba el caballo como animal de guerra y como carne. El ganado bovino era muy abundante pero se utilizaba para trabajos del campo. El ganado porcino se despreciaba ya que el cerdo era inmundo.

La carne más apreciada para los mahometanos era la del ganado lanar.
Los musulmanes españoles eran muy aficionados al dulce y esta afición ha dejado mucha huella en nuestra dulcería.

Cocina hispano-judía

La gastronomía judía ha previvido, sin grandes modificaciones, a través de los tiempos, debido a sus estrictos preceptos religiosos. Se permite comer animales rumiantes de casco partido y pezuña hendida (cordero, cabras y vacuno). Respecto a las aves, se prohíbe todas las rapaces.
Los pescados se pueden comer todos los que tengan escamas y nadan en los ríos y mares, pero prohibido todo el marísco.

Se prohíbe rotundamente el consumo de la sangre de cualquier animal, todos los animales deben ser desangrados perfectamente.

La carne no se puede mezclar con leche. El pescado que para los hebreos simboliza fertilidad, es muy apreciado, por lo que no falta nunca en sus mesas.

Cocina medieval.

La carne era el alimento que seguía en importancia al pan, especialmente la de cerdo, aunque también eran muy apreciadas las de carnero y menos las de cabra y vaca, pues este animal se sacrificaba cuando había terminado de rendir una vida de trabajo. Los pescados que con mayor frecuencia se servían en las mesas de la época eran la ballena, pescada por los pescadores vascos, el salmón, el congrio, el sábalo, la morena, el besugo, el atún, etcétera. No existen muchas recetas de elaboraciones, salvo algunas de empanadas, cazuelas, hervidos y parrillas.
Las recetas de ave son muy complejas utilizaban varios métodos de cocinado consecutivamente donde primero se asaba, después se fríe y finalmente se guisa.


Ej.


Buenas maneras en la mesa medieval

Los continuos banquetes de las grandes mesas europeas propiciaron el nacimiento del llamado Tratado de las buenas constumbres, como por ejemplo:

1.            No se puede hablar  con la boca llena y se debe masticar en silencio sin que se vea lo que se está en la boca.
2.            Limpiate la boca antes de beber, para no molestar a tu vecino que se sirva en las mismas copas.
3.            No limpies las manos en la chaqueta o en el mantel, sino con servilletas o lavalas.
4.            No te limpies los dientes con el cuchillo y no emitas ningún ruido desagradable que pueda provocar asco a la persona que se sienta junto a ti.
5.            No cojas la ración más grande y no revuelvas en las porciones ya cortadas buscando la mas exquisita.
6.            No manches tu  vestido ni el de los demás.
7.            No estropees la servilleta ni la uses para hacer nudos, usala para limpiarte la boca y las manos.
Recomendaciones del siglo XIII

A pesar de estas normas se comía con las manos y el cuchillo, apareciendo posteriormente la cuchara y los palillos. El tenedor fue un aporte de los venecianos a la cultura, aunque durante mucho tiempo no se utilizó y fue considerado afeminado, demoniaco o tan solo curiosidad.

Edad Moderna

Entre el descubrimiento de América y la Revolución Francesa. Gastronomicamente hablando, se trata de una gran etapa donde las colosales celebraciones marcan un antes y un después en la puesta en escena de los banquetes.

La cocina americana precolombina y las cocinas criollas.

El descubrimiento de América ha sido, quizás, el gran revulsivo de la gastronomía mundial, debido a la aportación de productos nuevos, a pesar de su  tardía incorporación a la dieta europea, han significado la base culinaria de muchas elaboraciones.

Papa

De los alimentos desconocidos que encontraron los españoles en América, sin duda el que mayor importancia había de tener para la alimentación humana es la patata, que los indígenas llamaban papa y que se cultivaba en el nuevo continente en una extensión aun mayor que la ocupada por el maíz. Sin embargo, hasta que Antonio Augusto Parmentier, a mediados del siglo XVIII, no sentó las bases para popularizar el uso de la patata, prácticamente su uso era reservado a la alimentación del ganado, causa por la que no fue aceptada en Europa como alimento de consumo habitual hasta después de haber transcurrido más de un siglo y medio de cultivarse.

Los primero que experimentaron en Europa con la patata como alimento fueron los españoles, en las huertas de Sevilla y Extremadura. También influyó la extremada rareza de la papa, teniendo en cuenta además que las papas que los españoles habían traído de América no se parecían a las actuales.

La papa primitiva era de tamaño muy reducido, por lo que algunos botánicos lo clasificaban como pequeña trufa y, como estos hongos no se pelaban para comerlos, a nadie se le ocurría despojar a las papas de su pellejo, razón por la cual a nadie le gustaba la presencia ni el sabor.

Cacao

El caca fue la aportación más importante que hizo a la mesa española. El chocolate que bebían los aborígenes no se parecía en nada al actual, ya que el azúcar no entraba en su composición.
Desde España el chocolate se introdujo en el resto de Europa, siendo la bebida que caracterizaría el Siglo de Oro y poniéndose de moda en Francia gracias a la Reina Ana de Austria, hija de Felipe III. Aunque los españoles conservaban el monopolio del cacao.

Otros productos introducidos en Europa tras el descubrimiento, hoy son:
El cacahuete, la calabaza, el calabacín, la judía, el pavo, el pimiento, el tomate, especias como la vainilla y la guindilla.

Cocinas del Renacimiento (Siglo XVI) y el Barroco (Siglo XVII).

La cercana Italia renacentista la que ensalza a los cocineros más hábiles, renombrados y creativos de Europa, que llevan la cocina italiana al máximo grado de refinamiento y prestigio, aunque no se puede hablar de una cocina italiana que se alce sobre todas las otras, como sucederá en la cocina francesa en el siglo XVIII.

El punto más alto del arte de la mesa y de la cocina ha sido alcanzado, sin duda en la época renacentista. Durante este periodo, los banquetes eran todo un espectáculo de luz, sonido y comida, donde las grandes cantidades de comida, los fuegos artificiales y los músicos formaban un armonioso teatro en donde el más mínimo detalle era cuidado.

Del pasado está todavía presente el abundante uso de las especias que se ha atenuado sensiblemente, a excepción del azúcar. Leyendo los textos de cocina del siglo XVI se puede decir que el gusto dominante es el dulce, aún cuando no se olvida que este ingrediente es esencialmente un elemento de distinción social para la corte y puede ser que su presencia esté más unida a la ostentación que a una auténtica pasión por el sabor dulce. Cabe destacar el interés mayoritario por verduras, legumbres y ensaladas, en detrimento de la herencia medieval de los asados. Empieza una nueva conciencia dietética caracterizada por el gusto por carnes más magras como las aves y los pescados, aunque también se generaliza el uso de las vísceras y los menudillos, lengua, hocico, cerebro, carrillos, orejas, paladar y, finalmente, los ojos, aportando recetas y técnicas de elaboraciones complejas. Las técnicas culinarias en la preparación de las comidas se desarrollarán de una forma más profesional, cuidada y diversificada, dándole sentido a las fases de cocción de los ingredientes, que perderán el sentido medieval de cocinar los alimentos en grandes asados y serán más cuidadas para reforzar la calidad de los alimentos y no modificar su gusto demasiado.

La cocina de los siglos XVIII y XIX

Al comenzar en España la dinastía de los Borbones empieza a aparecer un cambio de principios en la cocina, tendiéndose a simplificar y sentándose las bases fundamentales del arte de guisar, se imponen la finura y sencillez en el aderezo de los platos.

En el siglo XVIII se inicia el florecimiento de la cocina francesa. En España, la influencia de la cocina francesa se hace cada vez más patente. Se desprecia lo tradicional y aparece un deslumbramiento ante lo francés, imitando su modo de cocinar.

La parición del restaurante, por obra y gracia del francés Monsieur Boulanger, en 1765, hace que la gastronomía entre en la vida cotidiana de otra forma, suponiendo un cambio total en el oficio de cocinero, pues hasta entonces el maestro cocinero había trabajado en las casas de la nobleza o de la asitrocracia.

En este periodo de hegemonía francesa aparecen algunos personajes de trascendencia mundial en la gastronomía. En primer lugar, Antoine Careme, considerado un revolucionario del arte de la cocina y el último gran cocinero de la corte. Otro personaje histórico es Jean Anthelme Brillant-Savarain (1755-1826), no por su oficio magistrado, sino por la publicación de un desconcertante libro llamado Fisiología del gusto. Donde presenta una relación de vivencias propias en torno a la mesa en lo que el donomina meditaciones, un total de 30, en donde se tratan temas muy diversos como la sed, las frituras, los sueños, la muerte, la filosofía de la cocina o la mitología gastronómica. Gran gastrónomo y amante de la buena mesa. También es de esta época el libro Gran Diccionario de Cocina del escritor Alejandro Dumas.

Si tuviéramos que elegir un icono de la cocina francesa de este siglo, sin duda sería la trufa, considerada por Brillan-Savarain como el diamante de la cocina.

Los menús de la época, servidos, cómo no, a la francesa, es decir por servicios de 20 a 30 platos todos a la vez, recuperando las tradiciones más barrocas, eran excesivamente largos y complejos. El abuso en la condimentación, las salsas pesadas y abigarradas, presentaciones arquitectónicas recargadas, eran los ejes vertebradores de una gastronomía de que su máximo representante fue Caréme.

A medio camino entre el siglo XIX y XX  encontramos una figura que destacaremos sobre todas las demás, Auguste Escoffier, denominado “Emperador de los cicineros y cocinero de Emperadores”, título impuesto por el Káiser Guillermo II.

Este personaje, que se crió en las cocinas, a los 13 años ya trabajaba como pinche en Le Restaurant Français de Niza. Conforme los años transcurren pasa por las cocinas de varios restaurantes (Le Faisan d´Or , Le Petit Moulin Rouge , Grand Hôtel de Montecarlo), siendo además reclutado como cocinero jefe del ejército francés en la Guerra franco-prusiana. Posteriormente, conoció y entabló una firme amistad con César Ritz, de la que nació una compañía hotelera de renombre mundial, Ritz y Carlton, donde revolucionó el sistema de gestión de una cocina, creando despensas, organizando partidas para agilizar el trabajo evitando su duplicación. Prosiguió su carrera hasta los 75 años, en 1921 en las cocinas del hotel L´hermitage de Montecarlo.

La base de su ideología fue la simplificación de los menús, pasando del servicio a la francesa al servicio a la rusa, es decir, los platos de un en uno en el orden de la carta, trinchado ante los clientes. Pero no sólo mejoró y agilizó el servicio, sino que también modificó, aligerándolos, los platos, las salsas y las cocciones para realizar una cocina más rápida. Asimismo, mejoró las presentaciones, haciéndolas más terrenales y menos fantásticas, incrementando la cantidad y variedad de verduras y frutas.

Escoffier es considerado el precursor de la mejora de la imagen de la profesión de cocinero. Para ello:

1.            Erradicó de sus cocinas el alcohol, muy consumido para sofocar los calores del trabajo.
2.            Creó el sistema de trabajo organizado en partidas, imponiendo una gran disciplina.
3.            Mejoró las condiciones de trabajo, los sueldos y el trato hacia los pinches y ayudantes.
España se sumió a una gastronomía francesa, se abandonaron los platos mas suyos en favor de la oleada de platos franceses.

El siglo XX

Los primeros años del siglo XX comienzan, en la cocina refinada española, con la inercia y el eclipse de la gastrnomía francesa, que se practica en los grandes restaurantes y en las cocinas de los hoteles, muy a pesar del interés de algunos por dar un giro importante hacia lo nacional.

Con la llegada de la I Guerra Mundial, todo queda en stand by. La gran cocina francesa sufre un parón. Que no durará demasiado, resurgiendo con una fuerza notoria. España, a la espera del resurgimiento francés se encuentra en la guerra Civil y una dura postguerra, en la que la gastronomía se ve marcada por la escasez y dirigida por las cartillas de racionamiento. Se desarrolla una precariedad culinaria. Donde se desarrolla la cultura del pan con…(tomate, aceite, leche, etc.)
En la calle, cierto número de bares, tascas y mal llamadas cafeterías se extienden por las capitales de provincia, y en ellas la tapa se convierte en la estrella de la gastronomía local. Elaboradas a partir de productos mundanos recuperan el saber nacional. Estos mini-bocados de tortilla, sardinillas en ecabeche, patatas bravas, etc. Hacía el deleite de las clases más bajas.

La palabra gastronomía no tenía ningún sentido en las clases sociales bajas de España, preocupadas por cosas más importantes como la supervivencia, y en las escalas sociales más elevadas tampoco hacía mella.

En la década de los setenta desde Francia la Nouvelle Cuisine, movimiento revolucionario comandado, en entre otros por Paul Bocuse, los hermanos Troigross y Guérard, que tiene un importante eco en España, de la mano de Juan Marí Arzak y Pedro Subijana, así como de sus numerosos seguidores.

Además de aplicar esta nueva filosofía francesa, las técnicas y formas de guisar se comienza a recopilar y adaptar a los nuevos tiempos el recetario regional de España, depurando técnicas, realizando platos con materias primas más sanas y de mejor calidad.

Cocina creativa

Buscar la sorpresa del cliente, captar la atención de sentidos algo olvidados en la cocina, conseguir que el cliente se sumerja en un mar de creatividad, que disfrute cada bocado, cada olor, las texturas y las presentaciones artísticas  de los cocineros. Es aplicar técnicas experimentales, a la incorporación de la ciencia a la cocina.

Cada día que pasa es más fácil ver a cocineros y científicos colaborando para entender lo que ocurre en una cocina y cómo poder mejorar ciertos aspectos en la Gastronomía. La búsqueda de la perfección en las elaboraciones, de cocciones ajustadísimas con control térmico exhaustivo y con vigilancia férrea de aspectos higiénico-sanitario.

El producto principal determina la elaboración del plato. En esta cocina nueva lo fundamental no son ya las salsas ni los condimentos. Una exigencia de esta moderna cocina es la reducción de las cocciones para preservar en el producto básico sus cualidades de aroma, sabor, gusto, y textura, es decir que cada producto sepa a lo que originalmente es.

Este nuevo imperio de la sensatez, no se come ya como si cada comida fuera la última y los excesos en la cantidad o el condimento han sido desterrados. La salud y la estética imponen una vigilancia sobre las  cremas, las grasas animales o las calorías. La gastronomía busca una presentación lo más simple posible para salvaguardar los sabores del producto original.

Por ejemplo las verduras y los purés vegetales sustituyen a las salsas y las cremas.

La cocina internacional, la cocina de palacio, había ignorado prácticamente en las cartas a las verduras y las frituras. El monopolio de las carnes y los pescados, con salsas ricas, complicadas y difíciles, relegaban al olvido a los modestos productos de la huerta.

Razones dietéticas y gastronómicas les han devuelto ahora ese protagonismo, en lo que se puede estimar como el séptimo punto del decálogo.

Prácticamente, todos los platos  de la nueva cocina incorporan un soporte básico vegetal, en demanda tanto de sus sabores como de las vitaminas minerales. De ahí la aparición de toda esa serie de ensaladas tibias, de platos de verduras, que se alegran con unos langostinos o unas cigalas, cangrejos, sesos, hígado, en un conjunto armónico y complementario, tanto desde el punto de vista de la dietética como del paladar.

Aquella orquestación barroca de los platos, con mucha cantidad de comida oculta bajo una pesada salsa, ha pasado al olvido. Le ha sucedido la comida servida de forma artística en el plato, la diversidad y el colorido, donde se reconoce lo que se tiene en el plato, sin asistir a la dolorosa ruina de falsas arquitecturas, con la ventaja de que las salsas y complementos se sitúan por separado, lo que permite mezclar los sabores de acuerdo con las preferencias personales.

Menús largos y estrechos

El sistema tradicional de un solo plato y postre ha dejado paso a menús que se alargan a cuatro o cinco platos distintos, de porciones menores, que permiten disfrutar de una mayor variedad de sabores.

La cocina actual abre el camino a la sorpresa del contraste y a la variación. Estos tipos de menús “degustación”  suelen ir acompañados por un maridaje de vinos, especialmente seleccionados para que el cliente disfrute de los platos con un excelente acompañamiento acorde con lo que está degustando. Toman cada vez más relevancia las orientaciones del personal de la sala muy cualificado.

La cocina que se desarrolla en la actualidad pretende ofrecer la mejor alimentación posible para el cuerpo y para el espíritu a nivel individual.

Para ello, persigue como finalidad básica que los alimentos sienten bien, que sean los mejores para la salud.

Se busca que la comida sea económicamente correcta, tanto a nivel de la comunidad como del presupuesto familiar. Trata de que la alimentación sea culturalmente moderna, adaptada a las nuevas formas y modos de vida.

Y por último, intenta que sea lúdicamente agradable, logrando la mayor satisfacción posible para los sentidos y el máximo equilibrio psíquico.

La cocina moderna trata de ofrecer una alimentación que sea ideal para la convivencia y que cumpla una función social.

Las comidas y las cenas se establecen de forma que faciliten al máximo la conversación, la relación humana. La restauración, entendida como servicio público, trata de facilitar la comprensión, el diálogo, la convivencia social. Para ello, intenta mantener a los comensales el mayor tiempo posible en torno a la mesa y darles unos alimentos preparados de tal forma que faciliten la digestión.

Tendencias culinarias

Tendencias culinarias de la segregación del gran movimiento Nouvelle Cuisine (que no son profesionalmente hablando movimientos), nos referimos a la cocina fusión, la cocina de mercado, la nueva cocina regional, etc. Son tendencias abiertas de algunos cocineros que han desarrollado basándose en los preceptos de la Nouvelle Cuisine.

La revolución comenzó a principios del siglo XX con lo que se le denominó Clasismo codificado, encabezado por Auguste Escoffier aunque no fue el único. Eugénie Brazier, Fernand Point, Raymonde Thuillier, y Marguerite y François Bise, entre otros, promovieron este movimiento basado en la reorganización de las recetas francesas e internacionales. Se inicia el dominio de la cocina francesa sobre el resto, exportando sus conocimientos a todo el mundo.

A mediados del siglo XX, comienza a formarse el embrión de la Nouvelle Cuisine, llegando a 1973, donde se redacta el decálogo de la Nouvelle Cuisine. En este decálogo, que resume la filosofía culinaria del movimiento, sus promotores, Paul Bocuse, Michel Guerard, los hermanos Troisgros, Jean Delaveine, Jacques Manière, Alain Chapel y otros muchos cocineros franceses, trasladan al mundo una nueva forma de entender la cocina.

Esta evolución de la gastronomía fundamentada en esa idea inicial francesa ha pasado por varias fases en los fogones españoles: la fusión, la cocina de mercado, la cocina de autor y un sinfín de nombres que se le ha dado a estos pequeños pero importantes cambios que se iban produciendo sobre los cimientos de la Nouvelle Cuisine, hasta la llegada de la actual Cocina tecnoemocional, término que acuñó Pau Arenós, quien pone al frente de este movimiento a Ferrán Adrià.

El decálogo de la Nouvelle Cuisine

1.            La cocina es un lenguaje con el que el cocinero quiere expresarse. El cocinero crea por sí mismo, aunque su deseo es el de compartir su obra y que su público lo aprecie.
2.            El cocinero asume riesgos: sabe que su propuesta puede no ser comprendida. Los riesgos tecnoemocionales son mayores que en otros movimientos culinarios.
3.            El cocinero no crea plato a plato: Se propone abrir caminos con la ayuda de las técnicas y los conceptos.
4.            Las elaboraciones se crean con la voluntad de estimular a todos los sentidos. Cobra relevancia el tacto, a través del trabajo con las texturas y las temperaturas.
5.            El hecho culinario supera lo físico, los sentidos, y se dirige a lo emocional y a lo intelectual. Hay un placer intelectual que se expresa en el humor, con la provocación, con la reflexión.
6.            El creador se vale de la interrelación con otras disciplinas para conseguir los puntos anteriores. En ese sentido también se apoya en las nuevas tecnologías.
7.            El comensal no es un ser pasivo, sino activo. El acto de comer requiere, de su parte, una determinada disposición y concentración.
8.            Todos los productos tienen el mismo valor gastronómico.
9.            Desaparecen las fronteras entre el mundo dulce y salado, y entre el ingrediente principal y los complementos. La forma de expresión idónea es el menú degustación.
10.          Se entiende la cocina como una forma de vida. El restaurante no es, simplemente, un negocio.

La Nouvelle Cuisine o Nueva Cocina.

Considerada como la gran revolución gastronómica, viene a mejorar el Clasismo codificado de finales del siglo XIX y principios del XX.

La Segunda Guerra Mundial, entre otros muchos desastres, truncó las expectativas de los restauradores europeos, tanto que las guías culinarias dejaron de publicarse durante varios años. A mediados del siglo XX, el chef Raymond Oliver, del restaurante Le Grand Véfour, comenzó a hacer resurgir la cocina con una serie de programas televisivos en Francia que sirvieron de base para popularizar la cocina. Por estas fechas varios de los cocineros más grandes que ha dado Francia, los hermanos Jean y Pierre Troisgros, Paul Bocuse, los hermanos Outhier y Jean Delaveyne, considerados padres de la Nouvelle Cuisine, comenzaron a renovar las bases de la cocina clásica.

Los fundamentos de estos autores:

•             Los puntos de cocción ajustados. La adopción, para elaboraciones que no sean pasta, del término al dente, que toma especial importancia en todos los productos, significando el estado óptimo de cocción para mantener el sabor primario de los alimentos.
•             Cocina honesta: se dejan a un lado las correcciones en los alimentos o la mejora de la calidad a través de los elementos adyacentes.
•             La imaginación, el estudio, la investigación y la búsqueda de nuevas combinaciones, técnicas y sabores se ha convertido en prioridad, así la recuperación de sabores olvidados.
Decálogo de la Nouvelle Cuisine:
1.            No cocerás demasiado
2.            Utilizarás productos frescos y de calidad
3.            Aligerarás tu carta
4.            No serás sistemáticamente modernista
5.            Te servirás, no obstante, de las aportaciones de nuevas técnicas.
6.            Evitarás adobos, fermentaciones, etc.
7.            Eliminarás las salsas blancas y tostadas
8.            No ignorarás la dietética
9.            No truncarás las presentaciones.
10.          Serás inventivo

Nota: Mientras en los hogares, en los pocos en los que se cocina, han invadido el mercado productos de 4ª y 5ª gama, es decir, productos que no necesitan prácticamente manipulación o para cuyo consumo basta con una simple regeneración en microondas. Extendidos por su presupuesto bajo coste, que no es tal, puesto que elaborados de la manera tradicional sería más económico, pero que acortan los tiempos de elaboración y facilitan su ejecución.

De la Nouvelle Cuisine a la cocina actual

Movimientos gastronómicos

Cocina tradicional: Aquella que se desarrolla en el seno familiar, basada en el recetario popular. Su transmisión se realiza de generación en generación, aunque esta tendencia está desapareciendo por la evolución de la sociedad actual.

Cocina clásica: Aquella que se desarrolla entre finales del siglo XIII y la revolución de la Nouvelle Cuisine.

Cocina internacional: Es la cocina clásica desarrollada en los restaurantes y hoteles. Basada en el uso de denominaciones particulares en la que solo podemos identificar el género principal o incluso ni siquiera los productos que componen la elaboración.

Alta cocina: Aquella que se desarrolla algunos restaurantes, basada en el dominio de las técnicas, el uso de productos de calidad superior y el espíritu innovador del cocinero.

Cocina moderna: Evolución natural de la cocina que abandona las bases clásicas y se adapta a los cambios producidos en la sociedad. Una cocina que ha ido evolucionando con los gustos de la sociedad, actualizando técnicas y productos.

Nueva cocina: Conocida a nivel internacional como Nouvelle Cuisine. Supone la ruptura total con la cocina clásica. El tratamiento aplicado a las materias primas es muy diferente, las técnicas buscan mantener las cualidades organolépticas primarias de los productos empleando para ello materias primas de extrema calidad.

Esta cocina es una continua regeneración de la cocina, que en una búsqueda sin final de proporcional al cliente el gusto de saborear, de divertirse y de emocionarse comiendo, ha desarrollado tendencias como las que a continuación se describen.

1.            Cocina de producto o cocina de mercado: No puede considerarse un movimiento gastronómico, puesto que la cocina de producto ha existido siempre de forma natural. Este concepto de cocina de producto o de mercado tiene una acuñación más o menos reciente. La cocina de producto se basa en elección, por principio, de materia prima de gran calidad, potenciándola con una transformación mínima y sencilla, sin lugar para otras transformaciones culinarias.

Aspecto, sabor, textura y temperatura configuran los apartados que deben realzar el producto original. Esto nada tiene que ver con el precio del producto, sea caro o barato. La aplicación de este concepto, clásico y vanguardista al mismo tiempo, lo mismo sirve para un género muy económico como para el género de precio más elevado. La base está en tener todos los días en la cocina las mejores patatas, guisantes, pescados, carnes, nata, etc, y aplicares el tratamiento adecuado a sus propias características.

Se puede decir que la cocina de mercado es la base fundamental de cualquier cocina, con una importancia mayor en la alta gastronomía. Por tanto, el término cocina de producto deja de tener sentido como movimiento gastronómico, ya que en realidad es el cimiento de la alta cocina.

Todos los movimientos surgidos tras la Nouvelle Cuisine se fundamentan el esto. Un típico mercado en la plaza de mercado. El ritual de comprar todo fresco en la plaza.

2.            La nueva cocina regional

Es la revolución de las cocinas tradicionales, también denominadas de terruño. La adaptación del recetario tradicional a la alta cocina ha sido todo un avance para la gastronomía. Dejar a una lado los productos mal denominados de alta gama (langostas, bogavantes, trufas, solomillos, etc.) en pos de productos de segunda categoría ha sido una apuesta arriesgada, pero los resultados han superado las expectativas.

La consideración de los productos ha sufrido una evolución. Ya no hay productos de primera y de segunda, sino de calidad y menos calidad.

Las nuevas generaciones están trabajando por recuperar aquellos productos que en su momento fueron la base de la alimentación y que la evolución de la sociedad relegó a un segundo plano. Estos productos y elaboraciones se están adecuando a los nuevos gustos y se ofrecen con óptimos resultados.

Es llevar la cocina regional al punto más alto de la gastronomía.

3.            La cocina tecnoemocional: También llamada cocina de laboratorio. Un movimiento culinario mundial del siglo XXI, cuyos principales representantes son Ferran y Albert Adriá. El objetivo de sus platos es crear emoción en el  comensal y para ello se valen de nuevas técnicas y tecnologías, siendo ellos los descubridores o simplemente intérpretes, recurriendo a sistemas y conceptos desarrollados por otros. Los cocineros prestan a tención a los cinco sentidos y no solo al gusto y al olfato. Además de crear platos el objetivo es abrir caminos. No plantean ningún enfrentamiento con la tradición, puesto que muchos platos son evolutivos, sino, al contrario, muestran deuda y respeto por ella. Han iniciado un diálogo con los científicos, pero también con los artistas plásticos, novelistas, poetas, periodistas, historiadores, antropólogos…Colaboran, en busca de la supervivencia del producto, con los agricultores, los ganaderos y los pescadores. ¿Quiénes son tecnoemocionales? Todos aquellos que crean que lo importante son los sentidos, ninguna técnica ni tecnología para llegar a ellos, jóvenes y veteranos, renovadores y discípulos, descubridores y beneficiarios del descubrimiento. El conocimiento se comparte en red ¿Por qué rehusar a la investigación si con ella facilitamos la ventilación de la menta y el cuerpo?

Utilización de materias primas características de cada zona en cocina creativa

Una de las premisas que no ha sufrido alteración, sino lo contrario, es la necesidad de trabajar con productores locales para garantizar el frescor de la materia prima, potencial el desarrollo local y no dejar en el olvido productos locales a favor de la globalización.
La calidad del producto constituye, junto a la técnica, uno de los pilares básicos de la gastronomía. Sin ella no se pueden desarrollar platos. Ya sean tradicionales o nuevas creaciones se necesita que su calidad sea extrema para poder ofrecer una cocina de calidad.
No olvidar jamas la recuperación de pequeños productores artesanales en todos los ámbitos. Los cocineros procurarán cocinar productos cercanos y de temporada y los productores respetarán los tiempos de cultivo, las paradas biológicas y la alimentación sana de sus ganaderías.

4.            Cocina de fusión: Puede considerarse como una nueva corriente gastronómica, ya que se hace desde tiempos inmemorables. Los griegos y los romanos incorporaban a sus dietas productos de todo su imperio, mezclándolos con los propios, eso ya era cocina fusión.
La fusión  consiste en unir en una elaboración elementos de distintas culturas, con el consiguiente intercambio de técnicas y productos. No es un movimiento reciente.
5.            Cocina creativa o de autor: Es la actual cocina de vanguardia. Es el último eslabón de la cocina moderna. Estar en la vanguardia significa adelantarse a los acontecimientos y poseer un estilo personal, cuyos pilares son el dominio perfecto de técnicas culinarias y la posesión del genio creador.

La cocina de autor no puede tener unas características concretas, sino que está abierta a la imaginación, experiencia y posibilidades del cocinero. Cualquiera puede hacer cocina de autor, pero hacerla bien, consiguiendo que emocione, que satisfaga, no está al alcance de todos. Para elaborarla hay que crear, imaginar e inventar, no copiar y redefinir algo ya hecho, por eso sólo unos pocos pueden hacer cocina de autor.

La cocina de autor persigue el encuentro de una filosofía personal que imprima en las elaboraciones en las elaboraciones un marcado carácter personal. Esto se sostiene sobre unos cimientos fundamentales:

•             El uso de los productos locales y de temporada
•             La aplicación de técnicas ajustadas, de forma profesional y responsable, con el conocimiento pleno de las bases culinarias.
•             La continua investigación y búsqueda de nuevos caminos que ayuden en la creación de bases culinarias, no sólo en elaboraciones concretas.
•             La creación responsable, en la que los platos se conciben con una razón de ser, no mezclando ingredientes porque sí, sino tratando de darles un sentido real.


Referencias Bibliográficas Rumbado Martín, E. (2011). Cocina creativa o de autor (UF0070). España: IC Editorial, 2011. ProQuest ebrary. Web. 26 October 2015. Copyright © 2011. IC Editorial.
Israel Guel, G. (2015). Historia del Bulli (Archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=tBGUzP1TuWc

No hay comentarios:

Publicar un comentario