Aplicación de métodos de evaluación del grado de
satisfacción de consumidores de nuevas elaboraciones culinarias
Son muchos los aspectos que influyen en la percepción de los
clientes. La oferta gastronómica es uno de los elementos más valorados, por lo
que para su confección, evoluciones y posteriores cambios, deben analizarse una
gran cantidad de datos.
Estos da tos se pueden estudiar separadamente en función de
que sean aspectos propios de la empresa o factores externos.
• En los
factores internos se estudiará el tipo de establecimiento, el tipo de servicio
prestado, los recursos económicos disponibles, el personal propio de cocina y
sala y los medios técnicos.
• Mientras,
los factores externos que influirán en nuestra oferta gastronómica serán la
ubicación del establecimiento, su estacionalidad, la tipología de clientes y
las posibles ofertas similares en la zona.
Una vez concretada la oferta gastronómica, se debe realizar
un seguimiento entre los clientes para evaluar el grado de aceptación de la
misma.
El proceso de evaluación del grado de satisfacción del
cliente tiene como objetivo conocer y evaluar sus opiniones y expectativas.
Para lograr satisfacer al mayor número de clientes y, por tanto, alcanzar un
estatus social y económico alto, hay que realizar una serie de acciones para la
recopilación de datos basadas en los siguientes aspectos:
• Profundizar
en el conocimiento sobre las características de cada tipo de cliente que visita
nuestro establecimiento.
• Identificación
y diagnóstico de los puntos clave, como temperatura, ingredientes, sabor,
textura, combinación, composición y sensaciones que en el cliente provocan
• Definición
y seguimiento de estos indicadores, que influyen en la calidad del
establecimiento.
• Para
esto, se emplearán varios sistemas de recogida de datos, unos directos y otros
indirectos.
o Para la
recopilación de datos directos, se realizará un estudio de las opiniones de los
clientes a través de los comentarios depositados en encuestas formales o los
recopilados en preguntas directas a los clientes por el personal de servicio.
Tanto unas como otras han de estudiarse y conservarse para darles un
tratamiento adecuado a los resultados en cuanto a análisis y seguimiento.
Las
encuestas se pueden basar en toda la oferta gastronómica o en determinados
platos, para esto último se seleccionará a una cantidad de clientes asiduos a
las que se les ofrecerá la posibilidad de degustar platos de nueva creación.
Entre las
preguntas que se deben plantear estarán las relativas a las materias primas, la
cocción, la técnica esperada, el grado de impresión, el sabor, la textura y la
temperatura, entre otras.
Es
posible ofrecer a los clientes la realización de comparativas entre otros dos
platos, uno tradicional y su evolución, para que aporten juicios constructivos.
o En cuanto
a los sistemas de recogida de datos indirectos, la observación es la mejor
fuente.
Para ello, se debe contar con un equipo de sala profesional, pendiente
de los comentarios sobre los platos y observar los platos una vez consumidos,
es decir, comprobar el grado de satisfacción examinando los restos: a mayor
cantidad de restos en los platos, menos satisfacción y viceversa.
o El
análisis de las ventas también nos da una información objetiva de los gustos y
preferencias de los clientes en restaurantes a la carta, mientras que no es tan
efectivo cuando se trata de una restauración con menú de degustación, donde de
la observación se obtienen más datos.
Justificación de ofertas comerciales de los nuevos
resultados obtenidos
Los resultados de cualquier restaurante variarán en función
del número de ventas, que deben superar el punto de equilibrio para empezar a
producir rentabilidad. Conocer cuál es este nivel y marcarse unos objetivos de
ventas no suele ser suficiente, hay que profundizar en cómo se generan,
componen y evolucionan estas ventas, para poder actuar sobre ellas y
mejorarlas.
En el estudio en las ventas de restauración se debe realizar
un seguimiento al menos mensual de los platos vendidos, para comprobar los
niveles de popularidad de cada elaboración. Se trata de conseguir el mayor
número de los denominados platos estrella, es decir, aquellos que tengan mucha
aceptación entre el público y además posean un amplio margen de rentabilidad.
No así con los platos vaca, con mucha aceptación per con poco margen de
beneficio.
Por supuesto, se evitará que los platos ofertados se
conviertan en plato enigma, de poca aceptación pero muy rentables o plato
perro, con poca aceptación y sin margen de beneficio.
Una vez analizados los resultados de las encuestas y de la
interpretación de los datos obtenidos, es el momento en el que la viabilidad
económica del plato entra en juego, ya que si la oferta es aceptada en gran
medida por el público deberá ser incluida en la carta, pero sin no es viable,
deberá ser adaptada a unas condiciones económicas asequibles.
Para evitar el estancamiento de las cartas, la tendencia
actual es la oferta de los menús de degustación, donde se ofrecen los mejores
platos de la carta con las mejores propuestas, y a partir de los que se puede
obtener mucha información para posibles modificaciones.
Cuando, tras su análisis, un plato este en equilibrio entre
lo que el cliente demanda y lo que el restaurador puede ofertar para obtener
beneficio es cuando se debe incorporar ese plato a la carta. La satisfacción
del cliente y la rentabilidad deben estar en el mismo nivel, la una sin la otra
no deben existir.
No se debe caer en la tentación de confeccionar un menú
degustación al azar, partiendo de las referencias disponibles, sino que éste ha
de ser estudiado, de forma que tenga en cuenta varios conceptos:
• Debe
reflejar una filosofía culinaria, no una tendencia.
• Han de
calcularse de forma equilibrada las cantidades de los platos en función a su
número (no es lo mismo servir 6 elaboraciones que 14).
• El ritmo
ha de marcarse para que sea constante, ni acelerado ni pausado.
• Con la
inclusión de un número elevado de productos, se puede ocasionar problemas de
gusto a los clientes. Para evitarlo, la mejor arma es la consulta sobre gustos
al cliente, ofertando en cualquier caso una opción diferente.
• La verdad
en el menú plantea un trabajo extra al cocinero para mantener la sorpresa,
evitando las repeticiones o solapamientos.
Rumbado Martín, Emilio. Cocina creativa o de autor (UF0070).
España: IC Editorial, 2011. ProQuest ebrary. Web. 26 October 2015. Copyright ©
2011. IC Editorial. All rights reserved.
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