Introducción
Los tiempos que
corren y la calidad de vida en la que se está inmerso están transformando los
hábitos alimenticios, lo que al mismo tiempo influye en la manera de conservar,
transportar e ingerir los alimentos. Esto lleva a la creación e investigación
de nuevas formas de cocinado, envasado y conservación. El proceso de
regeneración es relativamente novedoso, pero cada vez está cobrando más auge.
Se encuentra ligado directamente a los procesos de cadena o línea fría y, al mismo
tiempo, va a ser un proceso que va a determinar la calidad final del producto,
ya que si la cocción, el acondicionamiento, el abatimiento, la conservación, el
emplatado y/o la distribución se han realizado correctamente, el resultado
final puede verse comprometido en el proceso de regeneración.
Descongelación
Nunca se debe
descongelar las piezas de carne bajo el agua del grifo. Tanto carne como
pescado ya sea en rodajas o filetes congelados, pueden ser puestos directamente
en la sartén.
Pan y
repostería: Se pueden descongelar a temperatura ambiente o en la nevera, es
conveniente quitar el papel aluminio o la hoja de plástico que envuelve el
producto congelado. Los pasteles rellenos que hayan sido congelados y que
además tengan su glaseado, se deben descongelar siempre en el frigorífico
habiéndole quitado antes el envoltorio.
Platos
preparados: pueden pasar directo al microondas. Las cajas de plástico y los
recipientes de aluminio que contienen los platos preparados o precocinados,
deben ser puestos sin abrir debajo del agua fría.
Verduras: Las
verduras congeladas que se vayan a
hervir, pueden verterse directamente en el agua en ebullición. Si se van a
utilizar en guisos con abundante jugo, se podrán cocinar junto con el resto de
los ingredientes frescos.
Frutas: Dejar descongelar
en la nevera. En caso de hacer compotas, puede ponerse directamente en la
cacerola sobre un fuego suave.
Salsas: Debe
descogelarse sobre fuego lento y mantenerse ahí hasta que se derritan y se
calienten, sin olvidar de remover de vez en cuando.
Tipos de descongelación:
Puede ser rápida o lenta.
D. Lenta:
Este tipo de
descongelación puede llevarse a cabo por varios procedimientos:
·
Nevera: Los alimentos se descongelarán en la
nevera permaneciendo dentro de sus envases durante todo el periodo de la
descongelación. El tiempo de descongelación dependerá del tamaño y de la
naturaleza de los mismos. Por ejemplo, la carne y los pescados necesitan
aproximadamente 5 horas mientras que, las frutas necesitarán unas 24 horas.
·
Agua fría. Los productos descongelados por medio
de agua fría deberán mantenerse en sus envases para no perder parte de las
vitaminas hidrosolubles o favorecer su contaminación. Se puede descongelar,
bien sumergiendo el alimento bajo el agua o, simplemente manteniéndolo bajo el
agua del grifo, pero nunca se utilizará agua caliente.
·
Descongelación a temperatura ambiente. A pesar
de ser muy empleado no es el tipo de descongelación más aconsejada, ya que,
puede favorecer la multiplicación de los microorganismos que se encuentran en
el alimento. Sólo se aconseja para productos que tengan una muy rápida
descongelación.
D. Rápida:
·
Con horno tradicional: es un proceso muy rápido
y se lleva a cabo poniendo el horno a una temperatura de más de 70 grados C. Si
el producto está envasado en plástico, habrá que retarlo antes. Éste es el mejor método para
descongelar los platos preparados.
·
Con horno microondas: Es el mejor método más
indicado para descongelar todo tipo de productos, siendo recomendable ir
haciendo pausas para que la temperatura del producto se iguale, puesto que la
parte externa alcanza altas temperaturas, lo que puede producir alteraciones en
el producto.
·
Descongelado mediante cocción: Solo es
conveniente para ciertos alimentos como pescados, carnes y legumbres que
anteriormente hayan sido escaldados.
·
Descongelación con alta presión: Este tipo de
descongelación se encuentra dentro de las nuevas tecnologías al igual que la
congelación por alta presión y la conservación en estado no congelado a
temperaturas negativas.
Rehidratación
Este método se puede considerar
como proceso que ayuda a restaurar las propiedades del alimento fresco,
anteriormente deshidratado. Los alimentos deshidratados, en condiciones óptimas
son los que menos se deterioran y se rehidratan de forma normal. La
rehidratación debe ser lo más rápida posible y mostrar las mismas
características estructurales y químicas que el alimento fresco, así como, sus
propiedades nutricionales y sensoriales. Dentro de los métodos de rehidratación
más utilizados se encuentran:
·
Inmersion
en el agua
·
Inmersión
en soluciones azucaradas
Estos medios de rehidratación
ayudan a conseguir un producto con unas características muy similares al
producto fresco. En el método de rehidratación existen tres procesos
simultáneos:
·
La absorción de agua dentro del material
deshidratado
·
La lixiviación de los solutos
o
Lixiviación es un proceso en el que un
disolvente líquido (agua por ej.) se pone en
contacto con un sólido pulverizado para que se produzca la disolución de
no de los componentes del sólido.
·
El hinchamiento del material donde el cambio de volumen
del producto deshidratado es proporcional a la cantidad de agua que ha
absorbido, aumentando o recuperando su tamaña y volumen inicial.
Aplicaciones sencillas
Para carnes: El proceso de
regeneración será diferente dependiendo de:
·
Si las materias primas están congeladas: Se
descongelara a temperatura de refrigeración, nunca a temperatura ambiente.
·
Si las materias primas se van a cocinar sin
descongelar. Hay que asegurarse que el calor llegue al centro del producto, ya
que, el producto final puede tener aspecto de cocinado pero estar totalmente
crudo o frio en su interior.
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